Cuando el gobierno francés anunció su intención de aumentar los impuestos a determinadas bebidas alcohólicas, estalló una acalorada controversia en el país. Los productores de vino y los grupos de presión del alcohol expresaron inmediatamente su descontento, mientras que algunos expertos en salud pública aplaudieron la medida. Mientras el debate continúa, es esencial comprender los problemas que rodean esta cuestión y evaluar las posibles consecuencias para el mercado de refrescos.
Impuestos sobre el alcohol en Francia: un sistema complejo
El sistema fiscal de las bebidas alcohólicas en Francia es complejo y se basa en varios impuestos indirectos. Además del IVA del 20%, el alcohol y las bebidas alcohólicas están sujetos a impuestos especiales, que varían según el tipo de producto. Por ejemplo, los vinos tranquilos pagan un impuesto de 3,98 euros por hectolitro, mientras que los vinos espumosos pagan un impuesto de 9,85 euros por hectolitro. Los impuestos especiales sobre la cerveza varían según su contenido de alcohol y el tamaño de la cervecería. En cuanto a las bebidas espirituosas, están sujetas a un impuesto más elevado, calculado sobre la base del hectolitro de alcohol puro.
La evolución de los impuestos al alcohol: una medida controvertida
Según la información disponible, el gobierno está considerando indexar los impuestos especiales a la inflación del año anterior, en lugar de la inflación de hace dos años, como es el caso actualmente. Esta medida tiene como objetivo garantizar que los precios de los productos sujetos al impuesto evolucionen al mismo ritmo que los productos de consumo cotidiano. Sin embargo, aún no se conocen los detalles exactos de esta reforma, lo que plantea muchas preguntas e inquietudes.
Reacciones de los profesionales y de la industria del alcohol.

El anuncio de este potencial aumento de los impuestos al alcohol provocó una fuerte reacción de los profesionales de la industria. Algunos creen que esta medida constituye para ellos una “doble sanción”, mientras que ya se enfrentan a aumentos de tarifas, en particular debido al aumento del precio del vidrio. Los lobbies del alcohol también han expresado su preocupación por el impacto económico de esta decisión en el sector.
Los argumentos a favor de aumentar los impuestos al alcohol
Los defensores del aumento de los impuestos sobre el alcohol presentan varios argumentos a favor de esta medida. En primer lugar, destacan la importancia de financiar la prevención y la atención relacionadas con el consumo excesivo de alcohol. También creen que unos impuestos más altos podrían ayudar a reducir el consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes. Por último, algunos expertos en salud pública sostienen que esta medida es necesaria para combatir los efectos nocivos del alcohol en la sociedad, dado el número de muertes y enfermedades relacionadas con su consumo.
Las consecuencias para el mercado de bebidas no alcohólicas
Si bien los impuestos sobre el alcohol podrían aumentar, vale la pena considerar si esto podría beneficiar el crecimiento de las bebidas no alcohólicas. De hecho, el mercado de bebidas no alcohólicas suele estar en desventaja en comparación con el del alcohol en términos de precio y percepción social. Un aumento de los impuestos sobre el alcohol podría alentar a los consumidores a recurrir más a alternativas sin alcohol, ofreciendo así nuevas oportunidades para los productores de estas bebidas.
¿Hacia una armonización europea de los impuestos sobre el alcohol?
Otro aspecto a tener en cuenta es la cuestión de la armonización de los impuestos sobre el alcohol en la Unión Europea. Actualmente, cada país tiene la libertad de fijar sus propios tipos impositivos sobre el alcohol, lo que crea importantes disparidades entre los estados miembros. Algunos países, como España, aplican impuestos más bajos al alcohol, lo que puede provocar distorsiones de la competencia. Por tanto, podría considerarse una armonización de los impuestos sobre el alcohol para garantizar una competencia leal entre los países de la Unión Europea.
¿Qué recordar?
El aumento de los impuestos sobre el alcohol en Francia es un tema controvertido que provoca fuertes reacciones de los profesionales del sector y de los lobbies del alcohol. Mientras el gobierno busca equilibrar la necesidad de financiar la salud pública con las preocupaciones económicas, es esencial considerar las posibles consecuencias de esta decisión, particularmente en el mercado de los refrescos. Cualquiera que sea el resultado de este debate, está claro que el alcohol seguirá desempeñando un papel importante en nuestra sociedad, pero también es importante promover alternativas saludables y responsables para quienes deseen evitar o reducir su consumo de alcohol.
la opinión de Sanzalc sobre los impuestos al alcohol en Francia

Esto seguramente hará que la gente se avergüence, pero no estamos aquí para complacer a todos... en Sanzalc Decimos alto y claro que la hipocresía que reina a nivel gubernamental en materia de alcohol no fomenta el optimismo sobre las verdaderas motivaciones de la cúpula del Estado en relación con la salud de los franceses.
Este mic-mac de TVA traiciona una vez más el deseo de llegar a acuerdos entre amigos y aquí estamos claramente hablando de la connivencia en los niveles más altos del Estado de ciertos responsables de la toma de decisiones con los lobbies del alcohol.
Más allá de esto, también podemos añadir que la mayoría de los propietarios de bares y restaurantes no juegan en absoluto con el coste de las bebidas no alcohólicas.
Como recordatorio:
- IVA sobre bebidas alcohólicas (igual o superior al 1,2%): 20%
- IVA bebida sin alcohol/envase abierto (igual o inferior al 1,2%): 10%
- IVA bebida sin alcohol/envase cerrado (igual o inferior al 1,2%): 5,5%
Sabiendo esto, ¿cómo se puede explicar que la mayoría de las bebidas no alcohólicas sean tan caras (o incluso más) que las alcohólicas, si no es diciendo que sus propietarios ganan dinero a costa de los consumidores sin alcohol o incluso favoreciendo claramente la elección de las bebidas alcohólicas?